En sus orígenes, cuentan los pobladores, solo lo practicaban las personas más honorables del Valle. Los Huacones hacían su aparición de una manera ceremonial desde la quebrada Huampayan, al oeste del distrito de Mito. Desde las entrañas del cerro aún brota agua cristalina; ahí los huacones realizaban un pacto con los Apus y descendían en una fila de dos, cuenta Luis Enríquez Bergna, gerente municipal del distrito y ferviente danzarín de La Huaconada
DESOBEDIENTES. En la plaza principal hacían cumplir las reglas en El Cepo (dos postes largos con orifico adecuado para sujetar al transgresor de la cabeza, los manos o los pies), o a tiro de látigo a los desobedientes, malcriados, inmorales, lujuriosos, y ociosos; se llega a decir incluso que los sacaban de casa hasta por la fuerza. Eran la autoridad en el pueblo. Los primeros días de enero, era propicia para hacer aquella rendición de cuentas.
Se bailaba acompañado de violín, tinya y quena. Luis Enrique cuenta, que incluso se practicaba con más severidad: quienes miraban tenían que hacerlo a media cuadra de distancia, dejando despejado la calle para el paso del Huacón, nadie se atrevía a acercarse, dice. La máscara es la indumentaria principal, las narices prominentes evocan al pico del cóndor, el gesto de la boca transmite terror. Arte puro.
MELODÍA. Ayer, faltando poco para el mediodía , 6 niños de inicial de Mito danzaban en la plaza principal sin ningún atuendo, brincando, haciendo saltitos, unos levantaban la mano, mientras que otras lo llevaban a la cintura, los giros de la cabeza de derecha a izquierda acompañaban a la dulce melodía que llegaba desde llega desde el balcón de la municipalidad, entonces te llena de satisfacción que esta tradición milenaria se siga manteniendo a pesar de algunas distorsiones, ha sido declarada, por la Unesco, como tal, justamente porque "necesitan medidas de salvaguardia urgentes para asegurar su trasmisión".
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